Antes de dormir

 Hay días en los que te levantas con más sueño de lo normal, te arrastras hasta la ducha y en el trabajo las horas pasan solucionando o intentando solucionar problema tras problema. 

Llegas a casa y entre el cansancio que acumulas y que la climatología es la propia del Polo Sur no haces nada más que tirarte en el sofá y dejar pasar las horas.

Son días grises en los que parece que nada bueno te haya acontecido, un día más y un día menos de los que te han sido concedidos en este mundo.

Sin embargo, incluso en este tipo de días que son muchos sería bueno que no dejases pasar por alto todos los momentos buenos que te ha deparado, por qué los ha habido:

-El chiste que un compañero de la oficina contó en el desayuno.

-La sonrisa que te echó la becaria maciza sin venir muy a cuento.

-Esa charla corta de WhatsApp con un amigo.

- Esa canción que sonó en la radio y que hacía tanto que no escuchabas.

Etc, etc.


Los buenos momentos como las estrellas fugaces siempre aparecen de forma rápida e inesperada, incluso en los días más grises, utiliza tu mente como el fotógrafo utiliza una cámara y retenlos en tu memoria. No hay mejor psicólogo que revisar esas fotografías de tu mente todos los días antes de dormir.




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